Inspiración

Encuentra su vocación cuando casi pierde la vida

Por Tania Diáz / Video por Ángel Mercado


“Rompí el cristal con mi cabeza, caí al pavimento y luego de haber salido expulsada, la guagua en que yo andaba, da una vuelta y cae sobre mis piernas”, relató Militza Narváez.

Desde que nació su hijo, Narváez tenía una sola meta en su mente, brindarle a su niño la mejor vida que pudiera. Sin embargo, luego de siete meses de haber dado a luz, ese sueño parecía haber acabado, cuando el 14 de diciembre de 2004 se vio involucrada en un accidente que la dejó al borde de la muerte.

Con solo 23 años, estudiante de psicología y ambos fémures fracturados, las probabilidades de que Narváez pudiera mantenerse con vida eran muy pocas. Sin embargo, ella atribuye su supervivencia al sobrepeso.

“Siempre fui obesa, pero cuando tuve el accidente, irónicamente, el sobrepeso me salvó, porque si hubiese estado delgada yo no hubiese sobrevivido”, aseguró Narváez.

Militza antes del accidente

Tras el accidente, su única opción era ser operada, pero sin la certeza de volver a caminar. Y así sucedió, luego de la operación, los pronósticos médicos indicaban que no volvería a caminar.

En enero de 2005, Narváez regresó a su casa y comenzó a recibir las terapias que la ayudarían en su recuperación. Después de un mes de terapias, desesperación y muchas ganas de volver a cuidar de su niño como deseaba, Militza pudo mover los dedos de sus pies.

Mover los dedos representaba un gran avance en el proceso de recuperación y esto la motivó a seguir luchando. Día y noche, Narváez movía los dedos para estimular sus piernas. Luchó con su cuerpo y contra los diagnósticos y luego de muchos meses de intentos y frustración, Narváez no solo logró mover sus piernas, también pudo ponerse de pie.

“El día que yo me puse de pie fue un momento glorioso; un momento de victoria. Lloré de dolor. Imagínate, después de tanto tiempo sin caminar, ponerme de pie fue doloroso, pero ahí yo dije: si te paraste y te pusiste de pie, a ti no hay quién te detenga”, relató Militza.

Sin embargo, se acercaba otra gran batalla. Durante su proceso de recuperación, adoptó una vida sedentaria que la llevó a pesar 269 libras. Padecía de hipotiroidismo y alta presión, condiciones que la obligaban a medicarse todos los días.

Cuando Narváez comenzó a caminar, lo hacía como “robot”, porque además de su sobrepeso, tenía varillas en el cuerpo. Según su doctor, para caminar mejor, tenía que bajar de peso. Así que se puso a dieta y comenzó a hacer ejercicios hasta perder 70 libras.

Tiempo después, encontró en el periódico un anuncio del certamen Miss and Mrs. Beauty & Fitness y sin pensarlo dos veces, se inscribió. Entre 800 mujeres que asistieron a la audición, Militza fue una de las 100 seleccionadas.

Narváez fue una de las 100 mujeres seleccionadas para participar del certamen Miss and Mrs. Beauty & Fitness.

Durante el periodo de tres meses que se llevó a cabo la competencia, conoció personas que marcaron su vida y le brindaron consejos que aún atesora. Uno de ellos fue el fenecido entrenador Francisco Rosa, quien en una ocasión le dijo: “si tú te quieres transformar hasta en una caja de fósforos, tú te puedes transformar”.

De acuerdo con Militza, ese mensaje fue pivotal en su vida, porque despertó su deseo de cambio y le confirmó que para hacerlo, solo necesitaba mirar en su interior y comenzar desde lo más sencillo.

Militza, antes y después de alcanzar su peso saludable.

La experiencia fue tan impactante, que el concurso no solo representó una oportunidad para bajar de peso, sino que le regaló nuevas pasiones que la acompañan desde entonces.

Luego del certamen, su nuevo “amor por el fitness” la llevó convertir su actual estilo de vida, basado en una buena alimentación, ejercicios y muchas ganas de vivir saludable, en un propósito de vida, ayudando a otros a experimentar la transformación que ella vivió.

Actualmente, Narvaéz es entrenadora personal y propietaria de tres gimnasios.

“Estoy terminando un gimnasio, mi tercer gimnasio; que viene siendo mi tercer bebé”, indicó Narváez . A sus 36 años y pesando 146 libras, es autora, entrenadora personal y empresaria.

*Natalia Rosado colaboró con esta historia

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